Según las Naciones Unidas (ONU), 110 litros de agua por día son suficientes para satisfacer las necesidades de bebida e higiene de una persona. Sin embargo, el consumo promedio en Latinoamérica es de 135 litros.

El agua potable es un recurso cada vez más escaso. Tener hábitos conscientes de consumo racional es más efectivo que los procesos de descontaminación y desalación de agua no apta para su uso. 

Los hábitos simples pueden ser suficientes para que su consumo esté dentro del rango adecuado.

Tanque de agua

Tener un depósito en casa es fundamental para ahorrar. La presión del agua que llega a tu propiedad tiende a ser alta, lo que se traduce en un mayor caudal (litros por minuto) al abrir un grifo “directo desde la calle” en relación a uno que es abastecido por el tanque de agua. Además, puede prevenir episodios de escasez de agua.

Grifo cerrado

Tomar una ducha mientras se hace espuma. Mientras se cepilla los dientes o se afeita. En la cocina, mientras limpia todos los platos con esponja y detergente. Abra el grifo solo para enjuagar y quitar la espuma.

En cinco minutos es posible tomar un baño adecuado y reducir el consumo de 135 litros (baño de 15 minutos con la válvula abierta todo el tiempo) a solo 45 L.

Afeitarse y cepillarse los dientes y lavarse la cara por la mañana puede llevar solo cinco minutos, pero con el grifo abierto equivale a 12 litros. Cerrando el grifo, el consumo baja de 2 a 3 L.

Lavado de casas y autos

Lavar la casa, la acera o el automóvil con una manguera seguramente será un desperdicio. Usando un balde de agua, solo se gasta lo esencial. La acera ni siquiera necesita ser lavada, solo barrida. Deje el agua solo para quitar las manchas de aceite o las heces de animales.

Lavar ropa en la maquina

El uso de la lavadora puede ser un aliado en el ahorro de agua, pero intenta acumular la ropa sucia para lavarla de una vez, con la máxima capacidad de la lavadora, siempre que sea posible.

El agua del último enjuague también se puede recolectar y reutilizar para actividades como lavar la casa.

Productos eficientes

Muchos productos fabricados hoy tienen como objetivo reducir el consumo de agua. La mayoría de las cajas de descarga actuales tienen dos pulsadores, que utilizan 3 y 6 L por descarga, según la necesidad. Las viejas descargas pueden consumir 12 litros o más a la vez.

Los reductores de flujo y los aireadores son piezas asequibles que se pueden instalar en los puntos de consumo para reducir el consumo de agua. Los reductores reducen el espacio para el paso del agua, reduciendo así la cantidad de litros por minuto. Los aireadores mezclan aire y agua en la salida del grifo, reduciendo el caudal, pero aportando una sensación de volumen y chorro dirigido. Muchos grifos vienen con aireador, pero también se pueden comprar por separado e instalar sin tener que cambiar la pieza completa.

Agua de lluvia

El agua de lluvia no es apta para el consumo, pero puede recortarse en contenedores (un barril por la canaleta del techo, por ejemplo) y usarse para regar las plantas y lavar el coche y la casa. Solo tenga cuidado de cubrir los recipientes para no permitir que los mosquitos y otros insectos pongan huevos.