La pandemia global ha dado vuelta nuestras rutinas de trabajo. Como actores esenciales en nuestra vida cotidiana, los proveedores de UTILITIES tienen la gran responsabilidad de responder inquietudes sociales causadas por el virus.
Muchos gobiernos de la región ha declarado la medición a medianos y grandes usuarios como “actiividad esencial exceptuada”, basándose para clientes residenciales los datos de consumo promedio de períodos o años anteriores. La idea es mantener el consumo real para clientes grandes e ir dilatando la presión sobre los hogares, que podrán ser ajustadas individualmente.
En ese contexto, el trabajo de campo no sólo se adaptó rápidamente a estrictos protocolos y seguimiento, sino que se mantuvo muy activa. “Cada colaborador recebió 2 máscaras de protección individual, además de álcohol en gel para higienizaçión durante su jornada expediente de trabajo”, comentó Nilton César, director operacional de la empresa.
Los proveedores agradecen a todos los empleados y contratistas que realizan esas tareas y salen cada día a mantener, reparar y operar la red para que millones de personas puedan hacer su cuarentena o aislamiento con el servicio eléctrico necesario.
La situación tarifaria queda en un segundo plano, porque la prioridad es mantener el servicio. El foco del trabajo de campo está en la planificación y soporte de los recorridos. Paralelamente, se aceleró la adopción de medios digitales para facturación y cobro de los servicios. Por suerte, la industria se ha adaptado favorablemente. Y el trabajo en calles es puntual y ha arrojado una tasa de contagio muy reducida.
